Tradicionalmente, el trabajo en España ha estado caracterizado por largas jornadas laborales que, en ocasiones, no se ven acompañadas de una productividad y eficiencia acordes al número de horas que los empleados dedican a la actividad profesional.
Por ello, tras leer un interesante artículo, creo que resulta conveniente considerar algunos de los aspectos señalados que deben hacer reflexionar tanto a las organizaciones, a través de sus departamentos de Recursos Humanos, como a los propios ciudadanos.
En este sentido, un experto como José D. Canseco asegura que “somos de los que más trabajamos, pero no somos los más productivos en el uso eficiente del tiempo”; pues señala que “tenemos demasiados ladrones de tiempo que impiden la concentración en el trabajo”.
Así, lo cierto es que la actividad laboral en España está plagada de hábitos que pueden resultar poco productivos (pausas para desayunar, múltiples descansos para fumar, excesivos tiempos para comer…); provocando que, en muchos casos, las jornadas laborales se alarguen para conseguir finalizar el trabajo pendiente.
Esta realidad afecta muy negativamente a la conciliación de la vida personal y laboral e influye en la adquisición de hábitos de vida poco saludables que están culturalmente muy arraigados como, por ejemplo, el hecho de que en España se cene mucho más tarde que en el resto de países europeos o que no se descanse el tiempo suficiente.
Al respecto, otra experta como Ana Bujaldón considera que “madrugamos tanto como nuestros vecinos europeos, pero terminamos el día dos horas más tarde”; vinculando este hecho con otro tipo de circunstancias como, por ejemplo, la que está relacionada con que “la franja horaria en la que se alcanza mayor audiencia en televisión es a partir de las 22:00 horas”.
Sin embargo, es posible que la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 conlleve un importante cambio en los hábitos laborales y profesionales de los españoles; pues, debido a las restricciones sanitarias en las que se impone el cierre de los locales de hostelería a las 23:00, muchos profesionales de este sector están realizando un llamamiento para adelantar el horario de las cenas y poder mantener activo el negocio.
Por tanto, la crisis sanitaria puede darnos la oportunidad de replantearnos un cambio de hábitos y llevar a cabo una reestructuración de horarios que, actualmente, no contribuyen a una mejor calidad de vida, ni a una mayor productividad en el ámbito profesional. De este modo, la difícil situación que se está viviendo en la actualidad puede también dejar algo positivo con el impulso del teletrabajo y el cambio de ciertos hábitos; no debiendo extrañar que esa “nueva normalidad” que está por llegar nos acerque mucho más al estilo de vida de nuestros vecinos de Europa.
Y tú… ¿Estás preparado para cambiar tu estilo de vida?
Javier Alarcos Olivares (@jalarcoso)
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