Aunque el término “estrategia” está frecuentemente vinculado con ámbitos tan diferentes como pueden ser el organizacional, el deportivo, el militar, el político o el educativo; todos ellos coinciden en la necesidad de planificar correctamente las acciones que, de forma conjunta, posibiliten la consecución de los objetivos propuestos.
Pero para conseguir desarrollar estrategias apropiadas, cualquier persona u organización debe ser capaz de predecir acontecimientos susceptibles de ocurrir en el futuro; estando, esta capacidad de predicción, asociada a la aparición de una inteligencia básica que permitió elaborar estrategias primitivas basadas en la interacción eficiente con el entorno (la predicción, que no se genera únicamente a nivel consciente, es a nivel evolutivo mucho más antigua que la conciencia).
Sin embargo, y a pesar de parecer una función tan básica, en ocasiones observamos cómo la falta de predicción en determinadas empresas provoca que existan ciertas dificultades para alcanzar los objetivos propuestos a medio y largo plazo; llegando incluso a poner en riesgo la propia supervivencia de la organización.
En este sentido, la crisis sanitaria actual ha puesto de manifiesto la importancia de llevar a cabo estrategias preventivas basadas en predicciones; pues, como se está demostrando, aquellas que predijeron la importancia del teletrabajo en un futuro próximo y que actuaron en base a esos pronósticos, están teniendo menos dificultades para que sus trabajadores puedan desarrollar su labor de forma eficiente.
No obstante, esta capacidad de predicción no se manifiesta únicamente en situaciones límite como la actual; pues, de forma habitual, encontramos múltiples ejemplos en los que puede resultar un factor fundamental para alcanzar el éxito.
Asi, el departamento de Marketing puede tratar de presagiar las motivaciones de los consumidores para desarrollar sus acciones de forma creativa, el departamento de Recursos Humanos podrá llevar a cabo un plan de sucesión en base al vaticinio de las competencias más demandadas en el futuro próximo y el departamento financiero se basará en determinadas señales económicas para pronosticar el posible riesgo de acometer determinadas acciones.
Por tanto, en un entorno tan competitivo y cambiante como el actual, resulta imprescindible que las organizaciones sean capaces de llevar a cabo un proceso de reflexión interdepartamental que permita desarrollar estrategias basadas en las predicciones; pues, de este modo, será mucho más sencillo aprovechar las oportunidades que se presenten y hacer frente a las posibles dificultades.
Javier Alarcos Olivares (@jalarcoso)