Cualquier persona que se encuentre en situación de búsqueda de empleo y que desee acceder o reincorporarse al mercado laboral puede encontrarse con una serie de preguntas relacionadas con la elaboración de su Curriculum Vitae; pues, en ocasiones, surgen dudas acerca de si es conveniente adaptar el documento a las diferentes ofertas, si se debe adjuntar una carta de presentación o motivación y si es posible conseguir un CV atractivo sin experiencia laboral propia.
Por ello, a continuación ofrezco una serie de pasos útiles para que los reclutadores de los distintos departamentos de Recursos Humanos puedan considerar tu CV de una forma mucho más positiva.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que los primeros segundos son fundamentales; pues, del mismo modo que ocurre cuando nos presentamos a alguien, la primera impresión con respecto al CV puede ser determinante para conseguir un puesto de trabajo.
Por tanto, resulta fundamental que la estructura del documento sea clara y concisa; debiendo contar con los siguientes apartados:
– Detalles de contacto: Son los datos básicos de la persona (nombre completo, correo electrónico, número de teléfono, lugar de residencia, fotografía…).
– Página web y redes profesionales: En la actualidad, puede ser importante indicar si se dispone de una página web profesional, así como las diferentes redes sociales y profesionales de las que se disponga (LinkedIn, Twitter, Instagram profesional, Facebook profesional…).
– Breve descripción personal: Se trata de pequeño texto de tres o cuatro líneas en el que debe explicar quién es el candidato, cómo puede aportar a la empresa, cuáles son sus principales aspiraciones o las principales habilidades y fortalezas…
– Formación: Este apartado indicará el nivel de formación, el nombre del título, el centro de estudios, las fechas de inicio y finalización y los aprendizajes más importantes que se hayan adquirido.
– Experiencia: Más allá de especificar el puesto, el nombre de la empresa o la duración del empleo, resulta fundamental establecer una serie de puntos con las principales tareas desarrolladas; explicando, también, qué competencias sirvieron para desempeñar la actividad laboral de forma eficaz.
– Competencias, idiomas, aficiones…: Se deben establecer las competencias técnicas (hard skills) y las competencias blandas (soft skills) del candidato; así como los diferentes idiomas y el nivel adquirido en cada uno de ellos o algunas aficiones que puedan dar pistas sobre la personalidad del candidato.
En cuanto al contenido de estos apartados, es importante mencionar que en el CV se debe tratar de evitar hacer referencia a aquellas experiencias, titulaciones o habilidades irrelevantes o que no aporten nada para el puesto; por lo que la realización del documento debe guardar cierta coherencia con respecto al puesto de trabajo solicitado.
Por otra parte, y como es lógico, en ningún momento se deben añadir datos falsos o exagerados, ni incluir expresiones u opiniones controvertidas o relacionadas con temas susceptibles de herir la sensibilidad de cualquier persona.
Una vez se tengan desarrollados estos aspectos básicos, es importante adaptar el contenido del CV para las diferentes ofertas; pues, aunque no es necesario cambiar mucha información, sí puede resultar interesante adaptar el documento en función de la organización o del puesto de trabajo que se vaya a desempeñar. Ahora que ya tienes una serie de pautas para estructurar tu CV, próximamente se publicarán algunas pautas básicas sobre otros aspectos relacionados con el diseño del mismo o con la carta de presentación que se puede adjuntar para despertar el interés de los reclutadores de los departamentos de Recursos Humanos.
Javier Alarcos Olivares (@jalarcoso)
3 comentarios en “¿Cómo hacer mi CV? Comenzamos con la estructura básica”